De la A a la B

23.04.2018 20:36

 

 

Tenía la absoluta seguridad de que la felicidad estaba a un paso de su puerta. Tan sólo tenía que conseguir que ella le viera como era realmente. Necesitaba que no se fijara sólo en sus gafas, ni en su timidez, que no se diera cuenta que era el más delgado y callado de la clase, y que descubriera, por sí misma, lo estupendo que era. Todo eso lo pensaba mientras subía, junto a ella, en el ascensor. Era la chica más guapa del mundo, la más lista, la más simpática y la mejor, en todos los sentidos. Estaba seguro. “Hasta mañana, nos vemos en clase”, se despidió ella sonriéndole, al tiempo que entraba en el 5º A. El se quedó junto a la puerta de su casa, apenas a unos metros, en el 5º B, pensando que nunca dos letras estuvieron tan alejadas.