El cuerpo

02.05.2013 23:26

No recordaba en qué momento dejó de sentir su cuerpo. Era tan liviana que uno casi no se daba cuenta cuando pasaba cerca. Tan sólo su olor a fresas podía delatarla. Delgada, demacrada, casi invisible, fue perdiendo parte de su esencia por el camino sin saber qué había ocurrido. Sin saber dónde estaba. No recordaba su historia. Nunca tuvo mucho tiempo para meditar. Sólo para vivir, rápido, sin demora, y en el recorrido fue dejando gran parte de ella misma. No recordaba en qué momento dejó de sentir su cuerpo. Pero ocurrió. Odiaba mirarse en el espejo ante el temor, seguro, de que no le devolvería su reflejo. Dejó de ser apenas sin darse cuenta. Sin notarlo. No recordaba en qué momento dejó de estar, sólo sabía que ya no era ella, sencillamente porque ella ya no estaba allí.