Era tan bonita

13.12.2013 20:22

Era tan bonita que parecía incluso un poco irreal. Tenía una de esas bellezas sublimes, etéreas, inalcanzables. Parecía frágil, pero no lo era. Era fría como el hielo,  dura como el diamante y ambiciosa a más no poder. No se conformaba con lo que la vida le había dado como legado. Quería más. Lo quería todo y no le importaba como conseguirlo. No le importaba pisar y romper  corazones para alcanzar sus objetivos. Por eso, cuando le veía caminar por la calle siempre imaginaba una especie de alfombra de lágrimas, desamorres y desesperos a sus pies. Era tan bonita que parecía imposible su existencia.  Cuando sonreía era una diosa. Una diosa con muy malas intenciones, pero una diosa al fin y al cabo que podía jugar con los hombres a su antojo. Era tan bonita que parecía imposible.  Y sin embargo, cuánto más la conocía menos me emocionaba su perfección. Su piel de melocotón me parecía macilenta. Su boca roja como la sangre, anodina. Sus acerados ojos azules me dejaban indiferente. Su belleza estaba revertida de podredumbre y no era capaz de ignorarlo. Siempre fui inmune a sus encantos. Nunca caí en sus redes. Tal vez, por eso, el mío fue el único corazón que nunca dejó de perseguir. Que nunca logró tener.  Era tan bonita…