La risa de mamá

12.12.2015 13:25

Con la cara pringada de chocolate y los dedos churretosos tocó al timbre, a sabiendas de que ella le iba a reñir por llegar así a casa. Traía los ojos luminosos de quién guarda a buen recaudó instantes de auténtica diversión infantil. El pantalón roto por las rodillas con una de esas rajas hechas a conciencia y a prueba de rodilleras y cualquier otro apaño posterior. El pelo, chorreando de sudor y la chaqueta colgando de una mano, tras haber barrido con ella todo el portal. “Hoy he subido en cuanto me has llamado”, se apresuró a argumentar en cuanto se abrió la puerta, añadiendo al ver la cara sorprendida de su madre, “me lo he pasado muy bien”. Entrecerró los ojos esperando la regañina pero sólo acertó a escuchar una suerte de risa en sordina y por lo bajo. “Anda, vete directo a la ducha y procura no tocar nada por el camino”. Sonriendo, avanzó con paso seguro, ¡qué bueno es tener seis años!