La vida pintada en la pared

09.03.2015 10:45

 

He pintado en el techo de mi cuarto un cielo azul, con estrellas y luna, un cielo que por las noches resplandece y por el día se vuelve turquesa. Un sol que calienta en los días fríos de invierno. He pintado un atardecer anaranjado y un amanecer violeta, con trazos rosados, para nunca más salir de la seguridad de esa habitación, terreno conocido y tranquilo. Me he encerrado entre las sombras por temor a la luz del día, y me he inventado una vida que no existe por no tener que arriesgarme a vivir la mía. Leo libros, veo películas, invento y sueño momentos que nunca han ocurrido, y los recreo una y otra vez en mi imaginación. Vivo tranquila porque no pasa nada. Y fuera, lejos de mis cuatro extrañas paredes, pasa la vida. Esa vida, peligrosa, oscura, compleja y difícil, que me estoy perdiendo. Esa vida llena de momentos increíbles que nunca conoceré. Momentos que temo porque no puedo controlar. Anochece entre las sombras de mi cuarto. Hace frío y casi no puedo ver la luna. No recuerdo haber pintado nubes, pero ahí están. No recuerdo haber pintado lluvia pero mi habitación se inunda. Vuelvo a tener frío y no hay ningún lugar dónde me pueda refugiar. Mañana, tal vez, cuando pase la tormenta, me atreverá a cruzar el umbral de la puerta y empezaré a vivir de nuevo. Mañana, tal vez, mañana.