Sí, duele

18.03.2015 18:53

No me digas que el corazón no duele. A mí me duele. Se me rompió en mil pedazos, una y otra vez, y siempre lo pude pegar con cuidado, con delicadeza, pensando que no se notaban los desperfectos. Me equivocaba. Los corazones rotos nunca se arreglan del todo y duelen. Duelen mucho. Tal vez no cuando todos esperan, no cuando deberían. No. Cuando todo parece tranquilo, un buen día, algo estalla en tu interior, como una bomba de relojería y te destroza el alma en mil pedazos, esparciéndola por sitios insospechados. No me digas que el corazón no duele. Duele tanto que se agotan las lágrimas, se apagan los sueños, se nubla la realidad y sólo deseas dormir y no despertar. Nunca. Jamás. Pero se pasa. Todo pasa. Y la vida sigue, con el corazón roto y dolorido, pero sigue. Y caminas hacia delante, como puedes, volviendo a disfrutar de instantes que creíste perdidos para siempre. Eso sí, no me digas que el corazón no duele. Si nunca te ha dolido, tal vez es que no tienes corazón.