Así, por las buenas

26.05.2013 18:56

Uno no se enamora así como así, por las buenas. Enamorarse, enamorarse de verdad, lleva su tiempo. Su dedicación. Era algo que tenía muy claro. Una cosa es una cosa y otra muy distinta, eso. Vamos, que nadie se enamora de un día para otro. Era absurdo, y así se lo decía a quién le preguntara sobre el tema. Y si no lo hacían, también. Llevaba a rajatabla su teoría porque para eso, pensaba ella, son las teorías vitales... para cumplirlas en el día a día. Y todo hubiera seguido siendo así, de no haberse cruzado en su camino. En el momento menos oportuno, de la manera menos lógica, pero ocurrió. Se cruzaron y a los cinco minutos de conocerle, ya no sabía nada de sí misma.Todas sus teorías, sus estrategias, sus lógicas aprendidas durante años, se vinieron abajo de golpe. Nunca llegó a conocerle del todo. Nunca llegó de amarle del todo. Nunca llegó a saber si hubiera podido ser algo más, o tal vez incluso menos. Nunca lo supo. Jamás. Nunca supo tampoco como dejar de quererle. A él, a su recuerdo, a su reecreación ficticia, a su imagen soñada... Las cosas no son como uno las aprende de niño. No. No lo son. Nunca pensó que se pudiera dedicar tan poco tiempo a volverse loca por alguien. Nunca creyó si quiera que podría volverse tan loca por alguien a quién conocía de tan poco tiempo. Pero, al final, uno se enamora así, por las buenas. De una manera ilógica, irresponsable, infinita. Aquella, se dijo, sería la última vez que permitía a la vida arruinarle otra de sus teorías. La última.