El vuelo

26.04.2013 09:54

Siempre quiso viajar, pero la vida no se lo permitió. El trabajo, la familia, las obligaciones adquiridas... Las circunstancias no fueron propicias. Soñaba desde niño con recorrer la Muralla China, visitar Bangladesh, los Fiordos noruegos... recorrer el mundo sin prisa, pero sin pausa, conociendo gente, viviendo temporadas en los sitios que visitaba... En lugar de eso, se casó muy joven, tuvo hijos, se hipotecó y tuvo una vida corriente. Feliz, pero convencional. Tras la muerte de su esposa, con sus hijos ya mayores, nada le ataba a la tierra. Ya no tenía raíces. Poseía todo el tiempo del mundo, al menos todo el que le quedara por vivir, algunos ahorros y muchas ganas de conocer cosas nuevas. Ahora, por fin, podía volar. Desplegó sus alas y alzo el vuelo hacia el horizonte y nadie, nunca, volvió a saber de él.