En blanco

13.05.2013 18:12

Un buen día, cuando ya lo había vivido todo, y su repertorio de experiencias vitales estaba prácticamente lleno, su memoria se descargó. Se vació por completo y se quedó en blanco. Nadie comprendía que no recordara nada de lo que había hecho. Ni hacía una década, ni hacía un año, ni hacía una semana, ni siquiera lo que había hecho cinco minutos antes. No recordaba aquella peligrosa expedición que hizo junto a su esposa, cuando ella todavía estaba viva. No tenía ni el más remoto recuerdo del día en que nacieron sus hijos. Ni del día de sus bodas, ni del nacimiento de sus nietos. Desconocía sus logros laborales, y tampoco recordaba sus desengaños, sus malos ratos, sus desilusiones... Era como un niño comenzando a vivir de nuevo, sólo que en la última etapa de su vida. Sin embargo, cada mañana sorprendía a todos con una sonrisa radiante y unas enormes ganas de vivir, ya que tampoco recordaba lo mucho que puede llegar a defraudarte el mundo. Un buen día, cuando ya lo había vivido todo, comenzó a vivir de nuevo y el mundo se convirtió en un lugar lleno de posibilidades.