Hambre...

06.11.2016 10:12

Tenía hambre. No de la convencional, de la necesaria para vivir, aunque en cierta manera, pensaba, también necesitaba de esa voracidad para seguir viva. Tenía hambre de conocimientos, de viajes, de aventuras. Tenía sed de novedades y una necesidad acuciante de romper con todo lo que asía sus pies a la tierra. Tenía hambre, pero no comía. Sufría una suerte de abstinencia voluntaria. De ayuno de sus propios deseos y se quedaba mirando por la ventana, alimentando su gula en una suerte de abulia consentida. Transformó su necesidad de volar con un anclaje autoimpuesto. Se dejó morir soñando con todo aquello que deseaba pero sin atreverse a dar un paso más hacia delante. Tenía mucha hambre de mundo y murió famélica, sin salir de su jaula.