La magia no existe

26.06.2013 10:03

La magia no existe. Eso decía, y lo hacía convencido de sus palabras serias y enervadas. "Son boberías de niños. La única magia en la que se puede creer es en la del trabajo diario". Ella le miraba con los ojos grandes como lagos y brillantes como la noche más intensa. Y mientras caminaba hacia su cuarto con las palabras adultas resonando aún en sus oídos, sorteaba con gracia el baile de las sillas y las mesas, el cortejo de los floreros a las jarras de agua, tan femeninas y redondeadas, e incluso conseguía sosegar las ansias de emprender el vuelo de su propia cama. "La magia no existe", las palabras se hacían eco en su interior. Y ella se dejaba llevar y salía volando por su ventana, impulsada por todas las cosas maravillosas que en el mundo han sido. A la mañana siguiente, muy seria y formal, se levantaba de la cama con la seguridad absoluta de que todos creen lo que quieren creer y obtienen lo que desean. Sabía que en su universo particular la magia lo era todo. Ella misma era parte indivisible de esa crédula sensación de poder. La magia no existe, le decían, pero jamás faltó en su camino la chispa de lo imposible.