La mirada de perdedor

29.07.2015 19:04

Tenía la mirada triste de esas personas que siempre pierden, que saben que la vida es una batalla imposible de ganar pero, aún así, continúan intentando superarse. Durante horas lo veía mirar por la ventana, imaginando, supongo, los nuevos obstáculos tendría que sortear. Sus ojos, castaños, profundos e inmensamente cansados, sonreían, sin embargo, al encontrarse con los míos. Era uno de esos hombres que, pese a no tener nada, te hacen desear cambiar el mundo. Sólo por ofrecerle algo mejor. Sólo por allanarle el camino. Tenía la mirada triste de los campeones que saben que no ganan nada porque el premio, ese premio que tanto ansiaron, ya se lo dieron a otro antes. Con menos méritos, probablemente, pero con estrella ganadora en su destino. Cuando lo vi a lo lejos, abandonando la ciudad de nuestra infancia, deseé con todas mis fuerzas que la vida le tuviera reservada muchas cosas buenas. Se giró y me miró sonriente. Daba la impresión de que había leído mis pensamientos. Siguió caminando despacio, pero sin detenerse y sin volver a mirar atrás. Continué mirándolo hasta que su silueta se convirtió en un punto diminuto perdido en el horizonte. Apenas llevaba unos minutos fuera y ya echaba de menos sus ojos. Su mirada.