La tarta

27.02.2014 09:50

Saboreó con deleite el trocito de dulce que le habían regalado. No lo esperaba. No sabía que se seguían acordando de ella, que seguía formando parte de sus vidas… No sabía que siempre estaría entre ellos. En realidad, no sabía que ellos lo sentían así porque ella tenía claro que siempre los estaría vigilando. No podía ser de otra manera. Hay cosas que son como tienen que ser y ni siquiera el destino puede cambiarlas. Sentía en su interior cada minuto que pasó con ellos. Los que más la querían. Los que más la quieren. Sus ángeles guardianes. Ahora se habían cambiado las tornas y era ella quién los protegía y eso le hacía sentir bien. Feliz. Sí, feliz. Era feliz y su pequeño mundo se había convertido en un gran universo inundado de luz. Saboreó con deleite el trocito de tarta que hubiera correspondido a su cumpleaños. Mamá cada vez cocinaba mejor. Papá se seguía emocionando aunque no fuera ella la que apagara las velas. Y sus hermanos, cada vez más altos, más mayores. Ella siempre sería una niña en su recuerdo. Hay cosas que pasan porque tienen que pasar. Así es la vida, pensó. Y les envío un beso fuerte, un beso volado. Martín abrió la ventana para dejar entrar la brisa fresca de la mañana, y de alguna manera, lo sintió. Una caricia, tal vez un beso o… serían cosas suyas. Ella sonrió y siguió saboreando su tarta de cumpleaños.