La verdad

16.01.2014 17:50

Quieres que te diga la verdad. Y lo dices gritando. A mí, a todos, al mundo. Quieres la verdad y nada más que la verdad. Parece fácil. ¿Qué es la verdad? Mi visión de la misma, lo que sé que tú quieres oír, lo que la gente quiere que digamos, lo que imaginan, lo que desean imaginar y ni siquiera se atreven… ¿Qué es la verdad? Mi verdad, mi verdad… mi verdad no existe. La olvidé. Tenía, creo recordar, una serie de firmes principios arraigados a mi vida pero los fui perdiendo por el camino. Los olvidé o, tal vez, ellos me olvidaron a mí, intentando seguir viva, tratando de seguir en pie. La verdad es esa cosa fría y gris que a nadie le gusta, pero que todo el mundo exige conocer. Nadie quiere saber la verdad absoluta. Pura, desnuda, eterna. Nadie quiere verse con los ojos de los demás si esos ojos no le miran con adoración. Y el ser humano no es bondadoso. No. No lo es. Yo solía pensar que sí lo era, pero me equivocaba. Es malo, diabólico incluso, perverso, egoísta y artero. El ser humano no sabe de verdades, finge conocerlas, pero tan sólo deja que estas pasen por encima de él. Se deja querer por ellas. Todo lo hace en nombre de la verdad, pero, ya te lo he dicho, la verdad no existe. Es una quimera. Un sueño. Me pides mi verdad. Mi verdad es que estoy presa en una jaula de oro que yo misma mandé crear. Mi verdad es que te quiero y me odio por hacerlo, y no te quiero, y continúo aborreciéndome por la misma razón. La verdad es que soy cobarde y sueño con ser valiente. La verdad es que sólo camino pero anhelo la posibilidad de volar. La verdad es que te necesito y, al mismo tiempo, deseo echar a correr hacia ninguna parte, hacia una soledad completa. Hacia la nada. Hacia la noche. Hacia la oscuridad total. Quieres que te diga la verdad. Y lo dices gritando. Y beso la comisura de tus labios y tú me abrazas y lloras. Y dejamos el tema aparcado porque nadie, nadie absolutamente nadie, quiere saber la verdad.