No teníamos nada
No teníamos nada, salvo tiempo. Horas deslavazadas, días compartidos, instantes únicos, minutos robados al sueño sólo por pensar en el otro. No teníamos nada, salvo sueños. Sueños y un futuro prometedor por delante, como un folio en blanco en el que todavía todo estaba por escribir. No teníamos nada y fuimos sumando granitos de arena en nuestros regazos, creando castillos en el cielo y levantando escaleras para alcanzarlos. Fuimos cincelando nuestros anhelos en la roca maciza del presente, dándoles forma y vida. No teníamos nada, salvo a nosotros. Tal vez, lo teníamos todo. Desde la torre más alta de nuestro castillo miro hacia abajo y veo todo el camino recorrido, siempre de la mano. No teníamos nada y ahora, con todo a nuestro alcance. Nos faltan sueños, nos falta tiempo, nos falta futuro… Me faltas tú. No me queda nada, salvo recuerdos.