Esa sonrisa

10.10.2016 19:42

Tenía una sonrisa adictiva. Te miraba una vez y ya no dejabas de verla, despierto o dormido. Sus hoyitos en las mejillas, sus dientes, sus labios... Era una de esas drogas de diseño cuyos efectos no están del todo controlados pero se sospecha, se sabe, que son, sin lugar a dudas, nocivos y tienen efectos secundarios. Me aficioné tanto a verla que cuando tuve que seguir mi camino lejos de su boca, se me desdibujaron las demás sonrisas. Llegué a pensar que todo el mundo sufría una enorme y asfixiante depresión… tal vez como la mía. Dejé de sonreír, dejé de buscar otras sonrisas y soñe, despierto, con aquella lejana sonrisa que casi no podía recordar. Tenía una sonrisa adictiva y yo una pasión confesa por ese tipo de drogas duras.