Fuego interior

22.04.2013 12:16

Llevaba meses enamorada de él. Lo veía entrar y salir del trabajo, siempre seguro de sí mismo. Impecable. Guapo como el que más. No se conocían, pero ella sentía que era el hombre de su vida. El que le había destinado el azar. Cada vez que lo veía, de lejos, caminando, sentía un calor interior, entre reconfortante y extraño. LLevaba tantos años enamorada de él que ese calor se había convertido en algo familiar. Un día se cruzaron en el ascensor. Se miraron. Él le preguntó: "¿Nos conocemos?". Ella se ruborizó y dijo: "No". "Pues deberíamos porque eres preciosa", dijo él con zalamería mientras la acompañaba calle abajo. Ella comenzó a sentir ese calor ya conocido, pero más fuerte de lo habitual. Tal vez, incluso demasiado, pensó cuando todo a su alrededor se desvanecía. Combustión espontánea, dijeron los expertos en la materia. Él nunca pudo olvidar su mirada.