La jugada más importante

13.05.2013 18:28

Había renunciado a tantas cosas para llegar a lo más alto. Para ofrecer todo lo mejor de sí misma a quienes dependían de ella. Había renunciado a tanto para llegar hasta allí, y ahora, ésto. No se lo esperaba. En cualquier caso, quién se va a esperar algo así. Es como si la vida te jugara una mala pasada. Avanzas por el tablero y, justo cuando estás a punto de llegar a la casilla de meta, tus posibilidades se desvanecen. Se sentía estafada. Sabía que nadie le debía nada, claro, pero no renunciaba a la posibilidad de mostrar su enojo. No era justo. Había renunciado a tanto. Cuando notó la primera señal no quiso hacer caso a los signos evidentes de qué algo estaba pasando. Se hizo la loca. Se le daba bien. Luego, fue tan evidente que no le quedó más remedio que pedir ayuda. Más tarde llegó la noticia. No había nada que hacer. Toda la vida luchando y ahora, su futuro había quedado pendiente de un hilo. De un fino e inconsistente hilo. O tal vez, no. Tal vez todo lo que había hecho hasta entonces no había sido más que un mero ensayo de la batalla que le quedaba por librar, la que trazaba la diferencia entre seguir o renunciar. Entre jugar o desistir. Entre ganar o perder. Entre vivir o morir. Había renunciado a tanto, y ni siquiera se había dado cuenta de que lo único que importaba era ella. Ahora tendría que luchar por sí misma, y sabía que no estaría sola.