Midas

02.05.2013 20:54

Soñaba con ser una de esas personas que todo lo que tocan lo convierten en oro. Soñaba con palacios, jardines, alhajas y toda suerte de cosas prescindibles que él creía necesarias para ser feliz. Soñaba con ser Midas sin esfuerzo. Levantarse un buen día y poder dejar atrás la misería que creía que era su vida. Toda la normalidad y la monotonía. Y entre sueño y sueño, se le fueron escapando los años de entre los dedos, deslizándose informes, anodinos, sin llegar a tener nunca esencia propia. Eran años vividos en pos de ese día que no acababa de llegar. Murió como vivió, rodeado de personas que le querían y le cuidaban. Murió como vivió soñando metas imposibles, de la mano de quienes le amaban. Murió como vivió, sin darse cuenta que, sin palacios, sin jardines y sin alhajas, ya era Midas. Siempre lo fue.