Todo perfecto

22.04.2013 19:58

 

Le obsesionaba la perfección. Todo en su mundo tenía que ser perfecto. Él mismo jamás salía a la calle sin asegurarse que su aspecto era el adecuado, que su traje estaba impoluto, su rostro afeitado, su pelo engominado y su sonrisa de dientes blancos perfectamente tallada en la cara. Cada paso que daba emanaba la seguridad de quién se sabe infalible y, a su alrededor, todos contemplaban su imperfección, tan bien interpretada, que la creían perfecta.